Hay amaneceres.
>> miércoles, 21 de julio de 2010
Hay amaneceres con nubes en el alma, con dolor en el pecho. Hay amaneceres con olor a tomillo y con canciones de grillo. Hay amaneceres de espaldas enfrentadas, de sé que está despierta, de no le diré nada. Hay amaneceres de fuego entre las piernas, de suspiros y jadeos, de cuerpos enlazados, caricias húmedas y olor a sexo. Hay amaneceres cálidos y pausados, con la manta en los ojos la luna en la frente y en el aliento vao. Hay amaneceres de roces y cariños, de búsqueda de cuerpo, de abrazos amigos. Hay amaneceres de cama de hospital, de medicinas en mesilla, de agujas y batas. Hay amaneceres de arrepentimiento, de no lo volveré a hacer…de lo siento. Hay amaneceres de boca acorchada de mareos y jaqueca, de vómitos de alcohol. Hay amaneceres de cama extraña, de dónde estoy, de que ha pasado. Hay amaneceres que ocurren en mitad de la noche, de fuga apresurada y ropa olvidada. Hay amaneceres en mitad del día. Hay amaneceres con olor a tostada y mermelada. Hay amaneceres de susurros escritos, de gritos callados, de escribir palabras al oído y llorar al techo. Hay amaneceres de soledad en compañía. Hay amaneceres de recuerdo y añoranza, de sábanas vacías. Hay amaneceres de decepción y tristeza de incomprensión y ruptura. Hay amaneceres…con sabor a gamba.
5 Pasearon y charlamos:
Amaneceres de brisa de mar y rumor de olas. Amaneceres de olor a lluvia y a tierra mojada, del ruido del agua en los cristales. Amaneceres de altos vuelos, de nubes, de viajes. Amaneceres de risas y juegos, de cosquillas locas. Amaneceres de miradas tiernas, miradas perdidas. Amaneceres de falsas promesas y de sueños rotos. Amaneceres de camas llenas de recuerdos, pero tan vacias. Amaneceres de insomnio. Amaneceres de tarde.
Amanecer... que no es poco.
Pues quedate con todos los amaneceres que te dejan buen sabor de boca. Yo sueño con amaneceres que me recuerden que no voy a irme más. Besos
Me gusta leerte cuando te pones serio. Me gustan todos los amaneceres que describes. Alguno de esos hemos sentido...
Yo por la mañana no suelo ser persona, necesito un tiempito;)
Besotes, Santi.
Me gustan tus amaneceres, incluso los que huelen a gamba. Yo en la mañana valgo para poco, sobretodo cuando la noche ha sido de las de insomnio. Me gusta amanecer acompañada, a veces sólo me quedo allí mirando a la gente mientras duerme...es un momento de paz.
Un beso.
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