...

>> miércoles, 29 de abril de 2009

Es extraño cómo cambiamos, hace unos años el dolor se diluía de manera rápida, se adormecía y en nuestra alma no quedaban marcas duraderas, era como si vertieras una pequeña cantidad de liquido oscuro en una piscina, ahora, a fuerza de haber vertido oscuridades en el alma esta ya no está transparente y tiene posos que el oleaje remueve, necesitamos, o en mi caso necesito, más tiempo para decantar mi agua y que vuelva a la calma, hasta ese momento me torno triste, sensible, esponjoso, oscuro.

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Soy...

>> viernes, 24 de abril de 2009

...
Una sensación
Un camino sin destino
Una mirada
Una canción
En la eternidad un suspiro
Mil pasos en el mundo
Un aliento en la niebla
Un silencio
El color de un prado sin hierba
Una sonrisa perdida
Un roce sin dueño
Un pensamiento
Una palabra por decir

El calor del fuego apagado
Un lo siento
Un latido
El instante antes de partir
Una sombra en la oscuridad
Una gota sin agua
Un rayo sin luz
Un espacio en un cuento
Un segundo en tus sueños
Una llama en el agua
Una lágrima en el mar

...

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Hasta siempre.

>> lunes, 20 de abril de 2009

Hace algún tiempo escribí una entrada que se titulaba Para ti, era sobre una persona, una amiga, una bella mujer, una luchadora…hoy, ahora mismo, me han comunicado que pese a que su mente le decía sigue, su cuerpo se ha rendido, hoy su llama se ha apagado y nos ha dejado. Mi corazón, mi cuerpo y mi alma lloran, lloran por una mujer de 43 años que la vida no le ha querido dar más tiempo, tiempo de ver crecer a su hija, ver como esa niña se hacía mujer, tiempo para reír y llorar, para ser feliz, …tiempo para vivir.
Paseaste por este mundo, silenciosa, durante muy poquito tiempo pero no te marchas sin más, un pedacito de ti queda aquí en tu hija, en tus amigos, en nuestros corazones.
Te recordaremos siempre.

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Una de ripios, rimas y versos

>> viernes, 17 de abril de 2009

Como tengo todavía un poco de nostalgia de la Semana Santa...iba a coger el Don Juan Tenorio, propio de estas fechas (corrijo, me he columpiao y es propio de todos los santos...siesque tengo la chola pallá gracias MM, que seria de mi sin vos ;) ), pero me ha venido a la mano La Venganza de Don Mendo. La verdad que me he divertido, es un librito que se lee en apenas tres cuartos de hora y es de esos que no te importa releer. Al terminar he recordado un poema que me recitaba mi madre en plan de risas, el del Conde Sisebuto, de Joaquín Abati, os lo pongo.

EL CONDE SISEBUTO (de Joaquín Abati)

A 20 leguas de Pinto
y a 30 de Marmolejo
existió un castillo viejo
que edificó Chindasvinto.
Lo habitaba un gran señor
algo feudal y algo bruto
que se llamó Sisebuto,
y su esposa Leonor,
y Cunegunda su hermana
y su madre Berenguela
y una hermana de su abuela
que atendía por Mariana
y su cuñado, Vitelio,
y Cleopatra su tía
y su hermana Rosalía
y su hijo mayor, Rogelio.

Era una noche de invierno,
noche cruda y tenebrosa,
noche sombría, espantosa,
noche atroz, noche de invierno,
noche fría, noche helada,
noche triste, noche oscura,
noche llena de amargura,
noche infausta, noche airada.

En un gótico salón
dormitaba Sisebuto,
y un lebrel seco y enjuto
roncaba en el portalón.
Con gemido lastimero
el viento silbaba,
e imponente se escuchaba
el ruido del aguacero.

Cabalgando en un corcel
de color verde botella
raudo como una centella
llega al castillo un doncel.
Empapadas trae las ropas
por efecto de las aguas,
mas ¡como no trae paraguas,
llega el pobre hecho una sopa!
Salta el foso, llega al muro,
la poterna está cerrada,

-¡Me ha dado mico mi amada!

exclama-.

-¡Vaya un apuro!

De pronto, siente que algo resbala
sobre su cabeza,
levanta el brazo y tropieza
¡con la cuerda de una escala!

-¡Ah!...

dice con fiero acento.

-¡Ah!...

repite victorioso.

-¡Ah!...

vuelve a decir airoso.

-¡Ah!... ¡Ah!... ¡Ah!...

y así, hasta ciento.

Sube, que sube, que sube,
trepa, que trepa, que trepa,
en brazos cae de un querube,
la hija del conde... ¡la Pepa!

En lujoso camarín
introduce a su adorado,
y al notar que está mojado
le seca bien con serrín.

-¡Lisardo..., mi bien..., mi anhelo,
único ser a quien yo adoro,
el de los cabellos de oro,
el de la nariz de cielo!,
¿no sientes, ´di, dueño mío?,
¿no sientes nada a mi lado?,
¿qué sientes, Lisardo amado?


Y él responde:

-Siento frío,
frío siento, estoy helado.


-¿Frío has dicho?... Eso me espanta,
¿frío has dicho?... Eso me inquieta.
¿No llevarás camiseta?...
Pues toma una manta.

(Y le dió una servilleta)

-Ahora hablemos del cariño
que a nuestras almas disloca,
yo te amo como una loca.


-Yo te adoro como un niño.

-Mi pasión raya en locura.

-La mía es un arrebato.

-Si no me quieres, me mato.

-Si me olvidas, me hago cura.

-¡Cura tú?... ¡Por Dios bendito!
No repitas esas frases
¡en jamas de los jamases!
¡Pues estaría bonito!
Hija soy de Sisebuto
desde mi más tierna infancia,
y aunque es mucha mi arrogancia,
y aunque mi padre es muy bruto,
y aunque temo sus furores,
y aunque sé a lo que me expongo,
¡huyamos!... ¡vamos al Congo!
a ocultar nuestros amores!


-Bien dices, bien has hablado,
huyamos aunque se enojen
y si alguna vez nos cogen,
¡que nos quiten lo bailado!


En esto, un ronco ladrido
retumba potente y fiero.

-¡Es el perro, que me ha olido!
dijo blanco, el caballero.

Por una puerta excusada
y, cual terrible huracán,
entra un hombre..., luego un can...,
luego nadie..., luego nada...

-¡Hija infame! -ruge el conde-.
¿Qué haces con este señor?
¿Dónde has dejado mi honor?
¿Dónde, dónde, dónde, dónde?
Y tú, cobarde, villano,
antipático, repara
como señalo tu cara
con los dedos de mi mano
.

Tan grande fue el bofetón,
que el doncel, dando un traspiés
hizo añicos un jarrón
de un antepasado inglés.

Sacando presto un puñal,
de fuerte y temible acero,
pégole un golpe certero
junto a la espina dorsal.
El joven, naturalmente,
la diñó como un conejo,
ella frunció el entrecejo
y enloqueció de repente.
El conde se volvió loco
de resultas del espanto,
y el perro..., no llegó a tanto
pero le faltó muy poco.

Y aquí termina la historia
verídica, interesante,
histórica, fulminante,
capaz de cantar la gloria
de aquel castillo viejo
a 20 leguas de Pinto
y a 30 de Marmolejo.

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Ya he vuelto…..snifffffff ¡¡quetristestoyyyyyy!!

>> miércoles, 15 de abril de 2009

Como todo lo bueno se acaba, no iba a ser menos esta escapadita a Paris….toy triste total, y nada, ya estoy aquí, lo he aprovechado y ya estoy con ganas de volver, si me pierdo buscadme en Paris. El verano pasado estaba muy depre y pese a encantarme no aproveché mi estancia, esta vez ha sido distinto y eso que el comienzo no auguraba buenos presagios, el mismo día de irme estampé el coche contra una columna y le dejé la culera nueva, a correr para llevarlo al taller de un amigo a que me lo arreglara lo más posible. Pese a tener dos, el otro es de dos plazas y...como que no, en verano pasé un frio de la leche en Paris y en el maletero del pequeño no me cabe nada… Me lo dieron por la tarde con un agujero en el paragolpes y el piloto sujeto con cinta pero a las 8 estaba en la carretera y a dormir en Biarritz, el hotel es pequeñito y coqueto pero apenas lo aproveché ;). Por la mañanita temprano carretera y a las 12 ya estaba paseando por Opera. Lo malo que en el viaje, en el peaje de Burdeos, un perrillo se escapó de un coche y por intentar cogerlo, casi se me lleva un camión, lo intenté coger 3 veces, pero el pobre estaba aterrado y corría como si le persiguieran los demonios. El resto del viaje no pude quitarme la imagen del perrillo corriendo por el arcén de la autopista….
Pese a que nos dijeron que por aquí el frio atacaba, salieron unos días estupendos, 26º sin viento, sol…una maravilla, el maletero hasta los topes de ropa de abrigo y la gente tomando el sol en las Tullerias, no llovió hasta el último día pero como ya estaba de vuelta, pues casi mejor.
Esta vez fui al 9Hotel, el año pasado estuve en el EduardoVII pero como la cosa está tan chunga hay que mirar el euro y bajé la puntería, la verdad que es un hotelito pequeño, 36 habitaciones, y está bien situado, en la Rue Papillón, esquina con La Fayette, las habitaciones pequeñas pero acogedoras, moderno y con un trato agradable. Una vez en París, a visitar Notre Dam, un cafecito en la Braserie Le Notre Dame que tiene unas magnificas vistas al Sena y a la catedral, luego paseando por la rivera hasta la Torre Eiffel donde la gente, en tirantes, tomaba el sol en los campos de Marte.
En parís hay de todo para ver, comer y comprar, un sitio que si bien merece la pena ver, la comida es otra cosa, es el restaurante Le Kong, está en el edificio Kenzo, justo enfrente del Pont Neuf, en él se grabó un episodio de Sexo en Nueva York y posee unas magníficas vistas, la decoración es espectacular, como su cúpula acristalada, los sillones y las caras distintas de sus sillas, en contrapartida la comida. Hay muchos sitios donde comer sin dejarte en el empeño un riñón, uno donde poder tomar un tentempié es Fauchon, está en la Plaza de la Madeleine, son dos tiendas de delicatessen donde puedes comprar los productos para llevar o degustarlos in situ, hay ensaladas, risottos, sándwiches, bocadillos, segundos platos, postres… para una comida rápida y seguir visitando Paris es una opción interesante y distinta a la hamburguesa o la pizza, el que tenga aparcacoches es un punto a su favor ya que dejarlo en la misma puerta y despreocuparte de él es un punto añadido. Las braserias, que vendrían a ser como los bares de aquí son otra opción, en el boulevard Saint-Germain está una de las importantes, la Braserie Lipp, para una comida, comida, enfrente está el Café de Flore y un poquito más adelante Les Deux Magots, para unas ensaladas o sándwiches. Otro sitio donde cenar por un precio razonable es La Creperie des Arts, en la rue Saint André des Arts.
Ir a parís y no tomarte un chocolate en Angelina es casi un pecado, así como no entrar en Ladurée, ambos son salones de té, en el segundo no comprar sus Macarons o en este caso sus huevos de pascua no tiene perdón, van presentados como si fueran un perfume, tirar de sus cintas y abrir sus cajas llega a dar pena, en el interior un huevo de chocolate relleno de bombones y dulces, mmmmmmmmm, una pena que se termine.

Como no todo es visitar cosas y comer, un paseo hasta el arco del Triunfo sirve de excusa para bajar por los Champs Elysées y entrar en las tiendas, a mitad de camino entre el Arco del Triunfo y la plaza de la Concordia está la Avenue Montaigne en ella se pueden ver las tiendas mas glamurosas y lujosas de Paris y tras recorrerlas puedes tomarte un café en L´Avenue.
Pues básicamente esta ha sido mi Semana Santa, he recorrido 2400km y he disfrutado de estos escasos días, he regresado y ya estoy esperando la llegada del siguiente puente. Ahora me pondré al día con vuestros blogs y a volver a la rutina...cachissssss....

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Sigue Maria

>> jueves, 2 de abril de 2009

Hace un tiempo escribí una entrada que se titulaba "Cuando el alma muere", no se la razón pero me puse frente al ordenador y mis dedos la teclearon, era una entrada larga y la corté. Hoy la he encontrado y me ha gustado por eso os la vuelvo a poner junto con parte de lo que corté...sigue pareciéndome larga quizá más adelante la ponga al completo. La parte oscura es lo que ya publiqué. Ahí os va una parte más.

María estaba triste, decaída, llevaba muchos días así, su mente era un torbellino de recuerdos, de historias vividas, de sentimientos callados, pero ahora todo le parecía falso, se sentía actriz, más bien títere, ahora todos esos recuerdos solo eran dolores intensos, de esos que el tiempo cura, pero aún no había transcurrido el necesario, a su mente llegaban preguntas, algunas tontas, otras obvias pero todas ellas carentes de respuesta….preguntas, preguntas, preguntas….el tiempo le daría la respuesta a cada una de ellas pero las quería ya, las necesitaba ahora, no conseguía encajar las piezas de su puzle, de ese que todos tenemos en la cabeza. Se preguntaba cómo alguien es capaz de hacer daño a otra persona a sabiendas de que lo está haciendo, sin ánimo de sacar provecho, solo por el mero hecho de hacer daño, como alguien es capaz de tirar por tierra ilusiones, proyectos…sabía que su corazón ya estaba roto, sabía que solo quedaba un fantasma de lo que hubo, una mueca amarga donde antes hubo alegría. El golpe había sido demoledor pero quiso volver a ver su cara, quería ver si llegaba a intuir un atisbo de arrepentimiento, de dolor, de añoranza….de amor.

Quedaron en un café, no quería sitios sin gente, no se fiaba de él pero tampoco de sus propios sentimientos, acudió con una prisa que no entendía, su corazón le decía que allí estaba el hombre de su vida, pero por otro lado su cabeza le decía que todo era perder el tiempo, lo habían hablado hasta la saciedad durante mucho tiempo, él decía entender, comprender, que nadie le había hecho ver la vida así, que cambiaria, le decía lo que ella esperaba oír, pero en el fondo nunca llego ni a entender ni a comprender, no quería hacerlo. Se sentaron en la barra, no quería mesas alejadas pero pese a que la cafetería estaba llena, seguía teniendo miedo….al verlo sus piernas temblaron, un temblor que fue creciendo, llegó a sus manos y para que no lo notara decidió no tomar nada, se sentó y esperó a que dijera algo, en el silencio lo miraba tras las gafas de sol, eran su muro, su cobijo, escrutaba sus gestos, sus ojos, esos ojos en los que creyó ver amor alguna vez, esos ojos que sabía leer, pero en los que solo había una sonrisa falsa, una sonrisa que no decía nada, eran los de un ser vacio, miró a esos ojos que antaño amó, miró leyendo lo que ellos decían y se quedó helada, un segundo le bastó para ver que ni sabía ni sabría jamás, un segundo fue suficiente para ver lo que siempre vio y nunca creyó, un segundo bastó para saber que el fuego jamás será agua, porque quiere ser fuego y la naturaleza no le dejará ser agua, un segundo para ver el futuro, un futuro que le hizo estremecer, un futuro en el que jamás estaría porque ni quería ni podía estar, un futuro sin futuro, un futuro en compañía de la soledad.

Se levantó del taburete, salió de la cafetería y, sin volver la vista atrás, caminó calle abajo, alejándose de allí, alejándose de lo que creía sería su amor imborrable, no era ese cuerpo que quedaba atrás, era el que ella se había creado en su cabeza, pese a ser un sueño, a ese no dejaría de amarlo mientras viviera, notó que los pedazos de su corazón se deshacían en polvo y el viento frio de la tarde los dispersaba en el aire y se dijo: hoy he visto la muerte de mi alma, he ido a sabiendas de que iba a verla, quizá quería engañarme, pero he sido testigo en primera persona, no ha habido ninguna mano que me retuviera. Quizá necesitaba que muriera para renacer. Espero que hoy sea el primer día de mi vida.


Con esa esperanza caminó por la calle intentando calmar el torbellino de su cabeza, ver ese vacío en sus ojos le había dado fuerza, María iba con el abrigo abierto, su cabeza ocupada en revivir todos los momentos que habían pasado juntos, no se percataba del frio, pensaba si todo fue un sueño, si había vivido una mentira… si todo había sido falso. Revivía los momentos y se sentía estúpida, ¿cómo no había visto tantas señales? , ¿cómo no se había dado cuenta?..... En el fondo lo sabía pero pensaba que su amor podía perdonar y consentir cualquier cosa con la esperanza del futuro, de un futuro en común, pero él no quería pagar el precio de la fidelidad, de la sinceridad, del respeto. Sus ojos no veían, las lágrimas hacia ya rato que habían asomado y casi caminaba por intuición. Ese coraje que le dio el verlo se iba deshaciendo poco a poco y sabia que pronto no quedaría nada, ya empezaban a aparecer falsos consuelos, se decía que se daría cuenta de lo que perdía y volvería, entonces ella se haría la fuerte…soñaba con imposibles, eso no iba a ocurrir, sus ojos se lo habían dicho, le habían dicho “nena…no te enfades, si no es para tanto, podemos ser amigos, sabias que esto podía ocurrir, soy libre”….tantas cosas en tan poco tiempo que ni siquiera el consuelo de pensar que había sido parte de su vida tenía sentido.

En lo más profundo de su ser reconocía que lo ocurrido era lo mejor, había tomado un camino que no llevaba a ninguna parte, él no era un acompañante, era un lastre, ella lo amaba pero sabía que él no entendía el amor de la misma manera, intentaba odiarlo, pero su sentimiento de amor aún estaba presente. Caminó sin rumbo, en casa encontraría solo recuerdos, soledad.

Cuando llegó a casa era tarde, al entrar sintió frio, pese a la calefacción que luchaba por derretir las paredes, era un frio intenso, no estaba en el ambiente, estaba en su interior, sin saber porqué se vio haciendo una bolsa de viaje, metía cosas mecánicamente, sin pensar. Cuando se cansó, no sabía a ciencia cierta lo que había metido porque su mente tan pronto estaba lejos, como en un relámpago volvía a esa casa vacía y fría, cogió las llaves del coche y salió dando un portazo, bajó alocadamente las escaleras, era un séptimo piso pero no podía esperar el ascensor, cada segundo quemaba. Al salir a la calle su cabeza solo decía “donde está el coche, donde está….” mientras daba frenéticamente al mando de las llaves.

Vio un destello en la esquina y se encaminó hacia él, abrió la puerta y lanzó la bolsa aún abierta dejándose caer en el asiento, secó las lágrimas que no habían dejado de brotar de sus ojos y encendió el motor, gracias a Dios era el primero y al arrancar no tuvo que hacer maniobras porque, pese a secarse los ojos con el dorso de las manos, la visión no era clara, las calles seguían vacías, quizá no lo estuvieran pero a ella se lo parecian, las veia distintas, frias, oscuras. Calles por las que hacía pocos días había paseado sola o en compañía, caminando hacia el trabajo o de vuelta a casa, calles que entonces le parecían pequeñas, sencillas, alegres… Cómo cambia la perspectiva cuando todo carece de sentido, de futuro.

La calefacción del coche empezaba a calentarle, no se había quitado el abrigo pero no quería parar, el coche, como si tuviera vida propia, ya entraba en la autopista, siguió conduciendo mientras las líneas del asfalto, con su constante y monótono transcurrir, le iban dando una calma que en la batalla contra sus recuerdos y dolores parecía ir venciendo, encendió el equipo de música y el Cd que estaba puesto empezó a sonar, se quedó mirando al aparato y apretó el botón de expulsión, cuando este salió, con mucha tranquilidad lo cogió mientras bajaba la ventanilla y en un movimiento rápido, como si le quemara en los dedos, lo lanzó al asfalto…..era el maldito Joey Ramone, el disco preferido de él, hasta en eso había tenido que tragar…..y la rabia que hasta entonces había estado callada le invadió como una oleada.

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Despierto, tranquilo y vivo.

>> miércoles, 1 de abril de 2009

Es tarde, el sueño me esquiva, me encuentro en la cama pensando en el día que ya ha acabado, la respiración rítmica de mi chica, durmiendo a los pies de la cama, me acompaña, es una golden retriever color canela, grande y mimosa, de vez en cuando mueve las patas y respira más fuerte, está cazando en sueños o quizá corre por prados de mullida hierba persiguiendo a su amor que no hace mucho se fue, gruñe, amaga ladridos que el peso del sueño apenas logra silenciar, otras veces, molesta por la luz de mi mesilla, levanta la cabeza y me mira con esos profundos ojos marrones llenos de amor, respeto y confianza pidiéndome que la apague o analizando si viniendo a mi lado va a recibir una ración de mimos y caricias. En el silencio de la noche la casa cruje como si despertara aprovechando que nosotros dormimos, el viento suena tras los cristales, mis movimientos se convierten en roces de sábanas de algodón, son oscuras, lisas color burdeos, con cintas de terciopelo en el embozo, en la mesilla el despertador me observa impasible mientras, testigo del tiempo, devora segundos, a su lado la Divina Comedia, mis gafas, las llaves de esta casa que la noche parece revivir, los relojes y una pequeña Virgen del Pilar de plata que la luz de la lámpara tiñe con colores cálidos. Paro de escribir, respiro, cierro los ojos y noto que hoy me siento bien, tranquilo, feliz y vivo.

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