Para ti.

>> miércoles, 12 de noviembre de 2008

Estoy viendo la tele, pasando canales aparece anatomía de Grey o como leches se diga, todos me entendéis, y me quedo pensativo, no está mal hecha la serie, mejor que las de aquí, bastante mejor, pero no es a eso a lo que voy. Me he quedado pensativo porque en esta serie, y en todas en general, solo ponen sentimientos de pastel, frases rimbombantes, carentes de verdaderos sentimientos, conversaciones estúpidas con musiquita de fondo: “Los huesos se rompen, los órganos estallan, la carne se desgarra” dice la torda en estos momentos, sigue diciendo “podemos coser la carne, reparar los daños, aplacar el dolor” y para terminar, la voz en off de la prota, como si fuera un pensamiento profundiiiiisimo, concluye, mientras intenta hacer creer que pelea por ideas y problemas enormes ”cuando la vida se derrumba y nos derrumbamos nosotros, no existe la ciencia, solo podemos buscar la salida, y para nosotros, cirujanos, no hay nada mejor”. Sin comentarios.
Esto me lleva a una conocida, una amiga, una persona que conocí de pequeño y sigo conociendo, ella sí tiene una enfermedad, una de verdad y no esa chorrada de la tele, la protagonista no es una churri de calendario, es una persona como cualquiera que puedas conocer, no hay voz en off, no hay palabras pomposas ni biensonantes, solo hay una, resuena y haría callar a todos esos tontos del culo de guionistas, CANCER. Está intentando a la desesperada probar todo, probar todas y cada una de las quimios, aferrarse al último clavo ardiente, quizá no lo haga por ella, quizá lo hace por su hija, por su niña, 13 años, aunque ahora, a esa edad, ya son madres; ella no, sigue jugando, es lo que siempre han sido las personitas de esa edad, niñas.
Se aferra a quimios dolorosas, que le han cambiado el cuerpo, que le han hecho perder el pelo, ahora ya no es ella la que le mira desde el otro lado del espejo, la han convertido en una extraña cada vez que se queda a solas en el baño, no hay maquilladores, ni pavas guapas con el camisón planchado. Aunque lo lleva con toda la dignidad que puede, pese a nauseas y dolores, que alguna vez le hacen doblar la rodilla…no importa, ni el físico tampoco, lo importante es luchar contra el bicho.
Lo único que le diría, que le estoy diciendo, sin músicas ni frases estúpidas, es que aproveche cada segundo, ya lo dijo Horacio, Carpe diem quam minimum credula postero (aprovecha el día, no confíes en mañana). Coge a tu hija y recorre el mundo, mira como amanece y anochece, donde sea, aunque sea con mochila y que le den por saco al curso, que le den por saco a los negocios, que le den por saco a todo, menos a lo que realmente te interese. Si consigues darle en los güevos a ese cabrón, no habrás perdido nada, si al final puede él más que tú, que te quiten lo bailao. Disfruta y dale leña guapa.

0 Pasearon y charlamos:

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