MI SILLA SE ESPATARRA.

Como no llevo mucho con esto del blog me paseo por algunos de por aquí para coger ideas, leer (pasión que tengo oye) y me asombro con la cantidad de seguidores que tienen, mi enhorabuena por ello. Los que más tienen son casi todos de política. Hay buenos (da igual que sean de un lado o de otro), malos (da igual que sean de un lado o de otro) y de juzgado de guardia (idem). En estos últimos lo único que se hace es retorcer palabras y tirar piedras o soltar pedos con el teclado.
Algunos de los que responden en estos últimos blogs, son de otra raza. En mi modesta opinión y para no alargarme en descripciones, tontos del culo, sin ideas propias ni imaginación para tenerlas. Lo único que tienen, la mayoría de ellos, es memoria para retener cuatro o cinco frases pomposas, pero que a la larga son carentes de sentido y más en sus dedos. Lo que me alegra es que tanto memo mental esté agrupado en rebaños visibles desde la lejanía. Hay uno en especial (se dice el pecado pero no el pecador, aunque el titulo de esta entrada ya da pistas) que hace hasta un test para ver si eres merecedor de entrar a formar parte de tan selecto grupo y tiene la desfachatez, si no salen las respuestas como su inteligencia ha calculado, de decirte que piques en determinados enlaces. Ya es el colmo que en su estrecha mente piense el ladrón que todos son de su condición (*) y sea tan condescendiente al poner esos enlaces, no sea que no sepamos salir de su página. Podría decirle que no a todo el mundo se le cae la baba cuando piensa en dos cosas a la vez (como debe pasarle a él). Normalmente este tipo de blog no merece ningún comentario, simplemente cerrar la página y punto, pero este me ha calentado por la cantidad de chuminadas que ha escrito en tan poquito espacio.

(*) Por si acaso cae aquí algún seguidor perdido de los que responden en esos blogs ¡¡¡no estoy llamando ladrón a nadie!!!, es una frase hecha.