Una de cabrones sueltos.

Hoy ha salido en televisión un video de una mujer, no se veía su cara, empezaba el video con sus pies, zapatos negros con un poco de tacón, estos bajo la silla, apoyados en la punta para recogerse y ocupar poco sitio, los tacones no paraban de temblar de forma incontrolada. Estaba sentada y su forma de sentarse, encogida en la silla, era como para intentar dejar poco expuesto, protegiéndose ante la llegada de lo inevitable, sus manos cortaban el aire con espasmos de miedo, manos de mujer trabajadora, su voz llorosa y temblorosa, buscaba palabras para describir lo que el cabrón de su marido le hacía día si día no. Lo poco que se ha visto ha sido suficiente para ponerme un nudo en el estómago. ¿Como alguien puede dejar a la persona que ama así? Sencillamente porque no la ama ni sabe lo que es el amor.
¿Estos imbéciles no se dan cuenta de que los educan las mujeres?durante muchos años están en manos de sus madres, que no digan que su padre les maltrataba o que veían maltrato en casa, porque, aunque sea verdad, es una excusa que no se sustenta. Lo que son es unos cobardes, tanto que solo se sienten hombres, o lo que ellos creen que significa ser hombre, ante alguien, que por amor o respeto, está a su lado intentando comprenderlos, ellos confunden la comprensión con debilidad y se crecen, pero solo ante mujeres y niños.
Estos capaliendres, hacen sentirse tan miserables a sus compañeras, que éstas, incluso llegan a creer que merecen lo que les pasa. En vez de intentar subir y llegar a algo de la mano de sus parejas, lo que hacen estos cobardes, es tirar de ellas para hundirlas, para meterlas en su agujero, para hacerlas más pequeñas, para convertirlas en la puerta de escape de sus miserias, de sus pocos cojones para enfrentarse a sus jefes, a la realidad, a la vida.
Son tan despreciables que después de quitar la vida a esa persona que lo miró con amor, con respeto, con esperanza, con ojos de desear estar a su lado toda la vida, piensan lo que les espera en el talego y se vuelan el saco de mierda que llevan encima de los hombros. Son tan ruines que prefieren matarlas a ellas antes que quitarse de en medio.