Con esta Justicia como va a haber héroes.
>> jueves, 6 de noviembre de 2008
Estoy viendo la tele mientras ceno cuando se me cae el bocado al ver la noticia del bombero. Tene narices lo del bombero, una profesión que junto con la medicina y otras poquitas son vocacionales, y va este señor, un loco de la vida y en su día de fiesta, olvida dejarse la vocación en casa bajo llave y sale a la calle con ella cargada, ¡¡con lo peligrosa que puede ser una vocación con las pilas puestas y sin seguro!!. Paseando se encuentra con un incendio y en eso que su vocación, ¡¡mala pécora!! , le hace salir disparado para ayudar al prójimo, en este caso un prójimo en silla de ruedas, que el fuego ya le estaba poniendo los "destos" por corbata. Sin pensárselo dos veces, este desalmado bombero, entra en la casa y se pone a apagar ese inocente fuego, que no hacía nada malo. En la malvada extinción estaba enfrascado cuando llega la benemérita, y el número, que justamente la noche anterior, su Paqui le había dicho que no estaba retozona, por lo que debía ir cargado de mala leche y en vez de ayudar, le dice que deje en paz el fuego y al de la silla de ruedas, que lo que ocurra es problema de ellos, y que salga de la casa. Al oír semejante estupidez este desobediente y desalmado bombero se hace el sueco y sigue dándole leña al fuego y claro, el benemérito no tiene más remedio que denunciarlo por acoso al fuego y desobediencia a la autoridad.
Lo peor de todo es que un juez, pese a las peticiones de los dueños de la casa, ha tenido a bien hacer caso de la denuncia, sancionar al bombero con multa y las costas del juicio, en vez de mandar a la autoridad a tomar viento.
Lo peor de todo es que un juez, pese a las peticiones de los dueños de la casa, ha tenido a bien hacer caso de la denuncia, sancionar al bombero con multa y las costas del juicio, en vez de mandar a la autoridad a tomar viento.
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