Domingo de lectura y recuerdos.

>> domingo, 30 de noviembre de 2008

Hoy es un día de esos de invierno en los que te apetece estar calentito en casa con un poco de música y un libro en las manos, hoy ha tocado revolver los cajones donde guardo esos libros antiguos que me han gustado pero que por mi economía no pude comprar en su edición de tapas duras y papel de calidad pero que me gusta conservar por lo que sentí al leerlos y son de esos que por nada del mundo dejaría pero que tras veinte y bastantes años ya no están muy presentables. No soy de los de tener un libro repetido, lo primero porque al precio que van….y que si fueron comprados en su tiempo de los baratillos…pues que tienen su encanto, cogerlos y recordar cuándo lo compré, donde, y por qué me decanté por ése tipo de encuadernación. Como decía hoy ha tocado abrir cajas y me he encontrado con uno que leí con 12 años, ya entonces me marcó, es de los pocos que tengo en castellano y en su idioma original, el francés. Hoy he cogido el viejito, tapas descoloridas, esquinas desgastadas y hojas amarillas, casi naranjas por arriba, lo he cogido con cariño y añoranza y lo he leído, lo he leído con el recuerdo de cuando lo hice por primera vez, con tristeza de las siguientes, mas mayor y entendiéndolo de otra forma, esta maravilla de libro es El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, el depósito legal es de 1982 el pobre además de los años que llevan sus hojas a cuestas no está muy bien conservado pero lo he cogido como quien coge algo delicado, frágil y a lo que se le tiene mucho cariño y lo he leído disfrutando de la inocencia del principito, no negaré que en el final siempre se me han humedecido los ojos y hoy no ha sido distinto.

"De este modo, el principito, a pesar de la buena voluntad de su amor, pronto dudó de ella, había tomado en serio palabras sin importancia y se sentía muy desgraciado.No debí haberla escuchado –me confió un día-; nunca hay que escuchar a las flores. Hay que mirarlas y aspirar su aroma. La mía perfumaba mi planeta pero yo no podía gozar de ello”.

Cuando se encuentra con el zorro es precioso pero me quedo con lo que le dice al final el zorro:

“He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.

Podría poner muchos pasajes del libro pero si hay alguien que no lo ha leído mi consejo es que lo lea y si tiene hijos que se lo lea, es un cuento precioso. Este libro seguiré sin cambiarlo por una edición nueva, tiene una magia que me da miedo perder si lo sustituyo.

4 Pasearon y charlamos:

Anónimo 1 de diciembre de 2008, 11:43  

Precioso, Precioso con mayusculas. El mejor libro que puede leer un niño. Lo lei de pequeña y mil veces más de mayor y hace 5 años regalé mi "Principito" a una campaña solidaria que se llamaba "Ningún niño sin leer" o algo parecido y que llevaba libros a escuelas donde alfabetizaban niños. Estoy segura de que mi "Principito" agradeció también poder ser tan util.

LA CALLE VACÍA 1 de diciembre de 2008, 18:00  

Estoy seguro de ello, es uno de mis libros junto a Juan Salvador Gaviota y El Camino de Delibes

Estela 1 de diciembre de 2008, 18:32  

nunca hay que escuchar a las flores. Hay que mirarlas y aspirar su aroma

POR ESO YO QUISE SER SIEMPRE SEMILLA PARA SEMBRARME EN TU PIEL Y NACER EN TI...!

Un beso MUAK...

Yuria 2 de diciembre de 2008, 15:58  

Me encantan también las ciudades como están a esa hora en que aún no ha amanecido.

Otro beso MUUUAAAAK.

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