Sólo tienes 30 años pero...¡que mal llevados!

>> jueves, 4 de diciembre de 2008

A mí me educaron mis padres, la cultura me la dieron en el colegio, pero la educación en casa y sabía qué cosas podía y qué cosas no podía hacer, porque desde pequeño me enseñaron que una acción conlleva una reacción, que mi libertad termina donde empieza la de los demás y que antes que mis derechos, están mis obligaciones o deberes. Ahora no, ahora prima la libertad a costa de todo, los jóvenes tienen derecho a expresarse, destrozando, quemando, rompiendo, a sabiendas de que no van a tener castigo, porque ellos tienen derechos y eso de acción reacción no se lleva, que los derechos son ante todo. Atan las manos de los educadores y les exigen que hagan tareas que no son suyas, sino de los padres de esos proyectos de Atila y nos repiten hasta la nausea que tenemos derechos, derechos, derechos.

Pobrecita, quién te ha visto y quién te ve, te esperamos como agua de mayo y ahora, que cumples treinta años, te hemos dejado hecha una pena, has servido de escudo, de excusa, de pretexto…todos te han retorcido para su beneficio, han sacado de ti lo que les interesaba, pero lo que no, lo han dejado. Y lo peor de todo…esto no se ha terminado, ¡lo que te espera morena! Porque todos estos proyectos de Atila, cuando crezcan, te convertirán en su lumi particular, en la de todos y cada uno de ellos y no es nada lo que has tenido con lo que se te viene encima.
P.D. Felicidades anticipadas.

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